En los últimos días se comenta por los círculos universitarios relacionados con periodismo y carreras de comunicación similares la extraña situación en la que se encuentra la profesión, una situación extrema no solo en lo laboral, que parece ser la única cosa que importa a mucha gente, uniéndose a esta crisis encontramos el cambio en los valores del propio periodista, que se enfrenta a la realidad con la siempre dificultosa tarea de hacer llegar de manera lo más objetiva posible la información a los receptores. Siendo por si misma una tarea difícil se empeñan en añadir trabas al trabajo de miles de comunicadores que tienen que sufrir la coacción de las líneas editoriales o mandamases de la mayoría de medios corporativos que utilizan la confianza de los receptores para manejar las informaciones de manera totalmente premeditada y con objetivos de acción sobre la gente claros.
Recientemente pude asistir a una charla de la periodista del diario información Ángeles Cáceres, persona a la que tengo gran afecto por la frialdad y crudeza de sus reportajes y comentarios que pueden verse claramente en el libro "Los habitantes del pozo. Vida y muerte en una cárcel manicomio" libro que siempre recomendaré de manera insaciable. En su ponencia, la periodista, al igual que otros compañeros suyos, comentó lo difícil que es trabajar con una mano "censora" en una profesión como la nuestra, así como el cambio de mentalidad que sufrimos los nuevos comunicadores ante una realidad social y laboral que está en nuestra contra.
Analizando las recomendaciones, los temores y miedos de una generación de periodistas que ahora "sermonean" ( de manera muy correcta he de decir) a los estudiantes de las facultades de periodismo, llego a la conclusión de que varios problemas se ciernen sobre nosotros de manera inexorable: lo más horroroso sin duda es la transmutación de los valores que nos mueven a hacer algo, es decir, la gente actualmente solo se mueve por intereses, por rentabilidades, se fomenta en nosotros sentimientos de competitividad hacia el resto, de críticas destructivas y esto crea una nueva formación de las redes sociales, formación donde la humanidad tiene cada vez menos cabida, donde la libertad tiene cada vez un horizonte más nublado.
En estas nuevas redes cualquier valor que intente acercarse a la pureza o a la verdad es propenso a morir o a matar, porque aquí y ahora, la verdad incomoda, y aquí y ahora la estructura piramidal del capitalismo abrumador del que somos parte se pone en marcha para controlar todo flujo de información que no les sea beneficioso.
El otro día oí a un compañero comentar que el neoliberalismo ya era un periodo pasado y que actualmente nos encontramos en la mejor situación social posible, sinceramente, pienso que ni siquiera nos damos cuenta porque esa es la nueva arma del nuevo neoliberalismo, la anulación del individuo, la anulación del espíritu crítico, nos anulan haciéndonos pensar que nada es posible ante la bestia antihumana que nos corroe por dentro y nos deshumaniza.
Todo esto que he expuesto anteriormente creo son las principales trabas que actualmente encuentra una persona ante su entorno y más concretamente el periodista que trata de contextualizar el propio mundo.
Sólo la lucha por la creación de la filosofía propia, el no quebrar nuestros valores más primarios suplantandolos por otros que nos incultan y no contrastamos con nuestra conciencia y por supuesto, jamás caer rendido ante el gigante que pretende acallar las voces de una serie de personas que supeditan realmente la verdad a ellos mismos y a su beneficio.
Me encantaría citar un fragmento breve de la charla con la que nos deleitó Pere Miquel Campos, socio fundador de Unió de Periodistes Valencians en las IV Jornadas Internacionales de Periodismo UMH: "En Canal Nou y en Radio Nou hay censura, eso es así y ha de ser denunciado". El señor Campos nos hizo revolvernos en nuestros asientos ante en futuro tan incierto de la profesión.
En la lucha contra el corporativismo y los oligopolios informativos, grupos como Indymedia (chapó para ellos y la labor que hacen), decrecimiento, etc se enfrentan diariamente a las presiones de los grandes medios, no obstante nos maravillan muchas veces con documentos tan alentadoramente desalentadores como este documental llamado : "Brad Will. Una noche más en las barricadas" donde paralelamente a la historia de Brad Will, periodista asesinado en los conflictos sociales que acontecieron en Oaxaca, México, se ve reflejada la labor de indymedia. Espero que despierte en vosotros tanta crítica y tantas ganas de despertar como lo hizo en mí y en algunos de mis más preciados compañeros: