martes, 22 de diciembre de 2009

#10


Vivía igual que un cazador, en soledad, sin fe ni amor, mi presa siempre estaba en otro lado.


A hierro yo viví y maté

y a hierro sé que moriré, el cielo nunca se ha equivocado.






domingo, 18 de octubre de 2009

#9

Calla de una puta vez. No dices más que gilipolleces.

jueves, 1 de octubre de 2009

#8


Hoy día uno es lo que tiene.

Realmente uno es lo que es. Pues más no hay.

viernes, 11 de septiembre de 2009

#7


La gente se extrañaba de que siguiera vivo...lo que ni sospechaban es que murió hace mucho tiempo.

domingo, 17 de mayo de 2009

domingo, 10 de mayo de 2009

#5


En los últimos días se comenta por los círculos universitarios relacionados con periodismo y carreras de comunicación similares la extraña situación en la que se encuentra la profesión, una situación extrema no solo en lo laboral, que parece ser la única cosa que importa a mucha gente, uniéndose a esta crisis encontramos el cambio en los valores del propio periodista, que se enfrenta a la realidad con la siempre dificultosa tarea de hacer llegar de manera lo más objetiva posible la información a los receptores. Siendo por si misma una tarea difícil se empeñan en añadir trabas al trabajo de miles de comunicadores que tienen que sufrir la coacción de las líneas editoriales o mandamases de la mayoría de medios corporativos que utilizan la confianza de los receptores para manejar las informaciones de manera totalmente premeditada y con objetivos de acción sobre la gente claros.
Recientemente pude asistir a una charla de la periodista del diario información Ángeles Cáceres, persona a la que tengo gran afecto por la frialdad y crudeza de sus reportajes y comentarios que pueden verse claramente en el libro "Los habitantes del pozo. Vida y muerte en una cárcel manicomio" libro que siempre recomendaré de manera insaciable. En su ponencia, la periodista, al igual que otros compañeros suyos, comentó lo difícil que es trabajar con una mano "censora" en una profesión como la nuestra, así como el cambio de mentalidad que sufrimos los nuevos comunicadores ante una realidad social y laboral que está en nuestra contra.

Analizando las recomendaciones, los temores y miedos de una generación de periodistas que ahora "sermonean" ( de manera muy correcta he de decir) a los estudiantes de las facultades de periodismo, llego a la conclusión de que varios problemas se ciernen sobre nosotros de manera inexorable: lo más horroroso sin duda es la transmutación de los valores que nos mueven a hacer algo, es decir, la gente actualmente solo se mueve por intereses, por rentabilidades, se fomenta en nosotros sentimientos de competitividad hacia el resto, de críticas destructivas y esto crea una nueva formación de las redes sociales, formación donde la humanidad tiene cada vez menos cabida, donde la libertad tiene cada vez un horizonte más nublado.
En estas nuevas redes cualquier valor que intente acercarse a la pureza o a la verdad es propenso a morir o a matar, porque aquí y ahora, la verdad incomoda, y aquí y ahora la estructura piramidal del capitalismo abrumador del que somos parte se pone en marcha para controlar todo flujo de información que no les sea beneficioso.
El otro día oí a un compañero comentar que el neoliberalismo ya era un periodo pasado y que actualmente nos encontramos en la mejor situación social posible, sinceramente, pienso que ni siquiera nos damos cuenta porque esa es la nueva arma del nuevo neoliberalismo, la anulación del individuo, la anulación del espíritu crítico, nos anulan haciéndonos pensar que nada es posible ante la bestia antihumana que nos corroe por dentro y nos deshumaniza.


Todo esto que he expuesto anteriormente creo son las principales trabas que actualmente encuentra una persona ante su entorno y más concretamente el periodista que trata de contextualizar el propio mundo.

Sólo la lucha por la creación de la filosofía propia, el no quebrar nuestros valores más primarios suplantandolos por otros que nos incultan y no contrastamos con nuestra conciencia y por supuesto, jamás caer rendido ante el gigante que pretende acallar las voces de una serie de personas que supeditan realmente la verdad a ellos mismos y a su beneficio.


Me encantaría citar un fragmento breve de la charla con la que nos deleitó Pere Miquel Campos, socio fundador de Unió de Periodistes Valencians en las IV Jornadas Internacionales de Periodismo UMH: "En Canal Nou y en Radio Nou hay censura, eso es así y ha de ser denunciado". El señor Campos nos hizo revolvernos en nuestros asientos ante en futuro tan incierto de la profesión.


En la lucha contra el corporativismo y los oligopolios informativos, grupos como Indymedia (chapó para ellos y la labor que hacen), decrecimiento, etc se enfrentan diariamente a las presiones de los grandes medios, no obstante nos maravillan muchas veces con documentos tan alentadoramente desalentadores como este documental llamado : "Brad Will. Una noche más en las barricadas" donde paralelamente a la historia de Brad Will, periodista asesinado en los conflictos sociales que acontecieron en Oaxaca, México, se ve reflejada la labor de indymedia. Espero que despierte en vosotros tanta crítica y tantas ganas de despertar como lo hizo en mí y en algunos de mis más preciados compañeros:



lunes, 19 de enero de 2009

#4


Creemos que el tiempo hace pasar las cosas, que mantener la cabeza despejada ayuda a sobrellevar las movidas que creemos importantes en cada momento, pero nada lleva a nada y todo lleva a todo, porque nada pasa realmente hasta que la muerte llega y te das cuenta que estas jodido y has desperdiciado tu vida y tu intelecto en gilipolleces.
Creemos continuamente que pensamos, que innovamos y movidas así, cuando realmente la mayoría de caminos que andamos están ya recorridos de sobra, buscamos diferenciarnos por algo, diferenciarnos de los demás, nos es importante sentirnos especiales dentro del grupo que es la sociedad y para ello y por ello nos convertimos muchas veces en escoria, en desechos que viven de la imagen que tienen ante los demás o de la imagen que quieren dar, mierda al fin y al cabo, toda tu puta vida buscando en la aceptación de los demás tu felicidad y ni te das cuenta que está en ti mismo.
Muchas veces no somos capaces de hablar con alguien que apenas conocemos, incluso vemos pasar una persona que apostaríamos es de puta madre y por la cultura ya establecida no somos capaces de iniciar una interrelación porque no hay una confianza más o menos estabilizada, y esto es una mierda, porque pasan por delante personas que nos podrían ofrecer lo que anhelamos y llevamos tiempo buscando, no solo a nivel físico, por supuesto también perdemos la oportunidad de aprender, de aprender sobre nosotros mismos en base a las experiencias de los demás.
Vamos, que somos unos cerrados de los cojones que desperdician mucho de su tiempo en absurdeces bloqueándonos tanto a nivel personal, como a nivel intelectual.

sábado, 17 de enero de 2009

#3


Reflexionaba Carlos Castaneda sobre las enseñanzas de su maestro, un guerrero trata íntimamente con su mundo, y sin embargo es inaccesible para ese mismo mundo. Lo toca ligeramente, permanece el tiempo preciso y luego se aleja raudo, sin apenas dejar rastro.

Un mundo por el que pasamos efímeramente, tomando decisiones constantemente, decisiones que creemos importantes, pero solo nos encierran en nosotros mismos, nos creemos únicos, importantes, nos atamos a superficialidades.

Nada me parece encomiable ya que nada creo más o menos importante. Nada me parece encomiable porque lo que siento realmente digno de ser elogiado está engendrado sin la esperanza de ser reconocido, porque les importa bien poco, aunque situaría el concepto de encomiable precisamente aquí, en la pureza que veo en algunas personas que dejan fluir su espíritu libre y claro.
“Y mientras libra su batalla, sabiendo que su intento es impecable, un guerrero ríe y ríe.”

#2


Desaceleración como propiedad humana. Propiedad humana que nos proporciona una visión distinta del mundo, lucha contra la aceleración preestablecida en el entorno. Entorno que se presenta caótico, infranqueable, con un presente fugaz y milimétricamente medido que provoca necesidad por el futuro establecido en aras de la comodidad e impide el placer implícito en disfrutar del presente.

Hace poco leí a mano de Frédéric Beigbeder, el verdadero hedonismo está en el aburrimiento.
Desaceleración como evasión, como distorsión de la realidad que creemos única. Desaceleración como acercamiento a una nueva realidad.

#1


Vacío es la única sensación posible ante la inmensidad del entorno que nos rodea. Nos limitamos, nos atamos, cerramos el mundo evitando así verlo titánico, pero nunca olvidamos que todo concepto tiene su antagonista, y ante la infinidad del abismo que es el universo, germina dentro de cada uno de nosotros, en lo más profundo de nuestras conciencias, el vacío más terrible, aflorando con él sentimientos y pensamientos que nos incomodan, nos pierden, nos inquietan, nos desmotivan, nos ciegan, provocan miedo, y nos indican el gran bloqueo que sufrimos limitando nuestra visión a un solo sistema cognitivo que tomamos por incuestionable y único.
Vacío es el comienzo del camino, camino basado en las experiencias, experiencias que muestran y evocan sensaciones imposibles de expresar y predisponen a la persona a descubrir incontextualizables sistemas cognitivos que difieren con el establecido.