lunes, 19 de enero de 2009

#4


Creemos que el tiempo hace pasar las cosas, que mantener la cabeza despejada ayuda a sobrellevar las movidas que creemos importantes en cada momento, pero nada lleva a nada y todo lleva a todo, porque nada pasa realmente hasta que la muerte llega y te das cuenta que estas jodido y has desperdiciado tu vida y tu intelecto en gilipolleces.
Creemos continuamente que pensamos, que innovamos y movidas así, cuando realmente la mayoría de caminos que andamos están ya recorridos de sobra, buscamos diferenciarnos por algo, diferenciarnos de los demás, nos es importante sentirnos especiales dentro del grupo que es la sociedad y para ello y por ello nos convertimos muchas veces en escoria, en desechos que viven de la imagen que tienen ante los demás o de la imagen que quieren dar, mierda al fin y al cabo, toda tu puta vida buscando en la aceptación de los demás tu felicidad y ni te das cuenta que está en ti mismo.
Muchas veces no somos capaces de hablar con alguien que apenas conocemos, incluso vemos pasar una persona que apostaríamos es de puta madre y por la cultura ya establecida no somos capaces de iniciar una interrelación porque no hay una confianza más o menos estabilizada, y esto es una mierda, porque pasan por delante personas que nos podrían ofrecer lo que anhelamos y llevamos tiempo buscando, no solo a nivel físico, por supuesto también perdemos la oportunidad de aprender, de aprender sobre nosotros mismos en base a las experiencias de los demás.
Vamos, que somos unos cerrados de los cojones que desperdician mucho de su tiempo en absurdeces bloqueándonos tanto a nivel personal, como a nivel intelectual.

sábado, 17 de enero de 2009

#3


Reflexionaba Carlos Castaneda sobre las enseñanzas de su maestro, un guerrero trata íntimamente con su mundo, y sin embargo es inaccesible para ese mismo mundo. Lo toca ligeramente, permanece el tiempo preciso y luego se aleja raudo, sin apenas dejar rastro.

Un mundo por el que pasamos efímeramente, tomando decisiones constantemente, decisiones que creemos importantes, pero solo nos encierran en nosotros mismos, nos creemos únicos, importantes, nos atamos a superficialidades.

Nada me parece encomiable ya que nada creo más o menos importante. Nada me parece encomiable porque lo que siento realmente digno de ser elogiado está engendrado sin la esperanza de ser reconocido, porque les importa bien poco, aunque situaría el concepto de encomiable precisamente aquí, en la pureza que veo en algunas personas que dejan fluir su espíritu libre y claro.
“Y mientras libra su batalla, sabiendo que su intento es impecable, un guerrero ríe y ríe.”

#2


Desaceleración como propiedad humana. Propiedad humana que nos proporciona una visión distinta del mundo, lucha contra la aceleración preestablecida en el entorno. Entorno que se presenta caótico, infranqueable, con un presente fugaz y milimétricamente medido que provoca necesidad por el futuro establecido en aras de la comodidad e impide el placer implícito en disfrutar del presente.

Hace poco leí a mano de Frédéric Beigbeder, el verdadero hedonismo está en el aburrimiento.
Desaceleración como evasión, como distorsión de la realidad que creemos única. Desaceleración como acercamiento a una nueva realidad.

#1


Vacío es la única sensación posible ante la inmensidad del entorno que nos rodea. Nos limitamos, nos atamos, cerramos el mundo evitando así verlo titánico, pero nunca olvidamos que todo concepto tiene su antagonista, y ante la infinidad del abismo que es el universo, germina dentro de cada uno de nosotros, en lo más profundo de nuestras conciencias, el vacío más terrible, aflorando con él sentimientos y pensamientos que nos incomodan, nos pierden, nos inquietan, nos desmotivan, nos ciegan, provocan miedo, y nos indican el gran bloqueo que sufrimos limitando nuestra visión a un solo sistema cognitivo que tomamos por incuestionable y único.
Vacío es el comienzo del camino, camino basado en las experiencias, experiencias que muestran y evocan sensaciones imposibles de expresar y predisponen a la persona a descubrir incontextualizables sistemas cognitivos que difieren con el establecido.